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jueves, 4 de diciembre de 2014

La primera batalla, Megido

   La primera batalla de la que se tienen pruebas escritas es la batalla de Megido (s.XV a.C.), que enfrentó al Antiguo Egipto, liderado por el joven faraón Tutmosis III, contra la mayoría de los príncipes de Siria y Palestina.
   Todo empezó con la muerte de Hatshepsut, madre de Tutmosis III y regente del imperio. En ese momento, diferentes pueblos que habitaban Retenu, situado aproximadamente en la actual Siria y Palestina, se rebelaron contra el poder de Egipto, reforzándose con la alianza del reino de Mitani (actual Irak y Siria). A ellos se unió en príncipe de Qadesh, que se convertiría en el líder de la rebelión. Juntaron un gran ejército, de aproximadamente unos 15.000 hombres, estableciendo su base de operaciones en la ciudad de Megido.
   Como respuesta, el joven Tutmosis reunió un ejército de 10.000 hombres y marchó sobre la ciudad. Para llegar había tres caminos, el del norte y el del sur, mas largos, y el paso de Aruna. Avanzar por este paso suponía arriesgar a todo el ejército y, con ello el futuro de Egipto, ya que los soldados tendrían que andar casi en fila. Sería el momento perfecto para realizar una emboscada. Tutmosis se arriesgó, y le fue bien. Sorprendió a sus enemigos, ya que estos habían cubierto los caminos del norte y del sur, pero no el paso de Aruna. Esto permitió que el ejercito de Tutmosis se situara en una posición ventajosa para la batalla que se avecinaba. La batalla se retraso un par de días, pero lleg,o el momento.En una llanura próxima a la ciudad de Megido, Tutmosis colocó a su ejército en forma cóncava, y al comenzar la batalla, pronto rompió las líneas rebeldes. Estos se retiraron a la ciudad y, el ejército egipcio, en vez de realizar una conquista rápida de la ciudad, saqueó el campamento rebelde. Como consecuencia se requirió un asedio de 7 meses para rendir la ciudad.
    Con esta victoria, Tutomosis III sofocó la rebelión y capturó a gran cantidad de principes Sirios y Palestinos, quedándose a sus hijos como muestra de fidelidad, educándolos en la cultura egipcia para que gobernasen en el futuro como aliados, o matándolos si sus padres se rebelaban. Así, Egipto se convirtió en la mayor potencia del mundo antiguo, consolidando su poder militar.

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