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martes, 16 de diciembre de 2014

Las Termópilas, todo un mito.

   Una década después de la batalla de Maraton, en el 480 a. C., un nuevo ejército persa de unos 250.000 hombres (estimación moderna) liderado por Jerjes I, marchó de nuevo sobre Grecia. Ante esto, una pequeña alianza de polis envió a un pequeño ejército  al paso de las Termópilas. Este ejército estaba formado por 700 tespios, 400 tebanos, otros múltiples hombres de otras polis y, por supuesto, 300 espartanos pertenecientes a la guardia real de Leónidas I, quien lideraría a este ejército de unos 5.500 hombres en total. Los espartanos no habían podido enviar a su ejército entero ya que se encontraban en una festividad religiosa, la Carneas, la misma que había impedido a los espartanos movilizar su ejército para la batalla de Maraton, 10 años antes.
    Una vez el ejército griego llegó al paso, se colocaron en la zona mas estrecha del paso para anular la gran superioridad numérica que tenía el ejército persa, ya que estos habitualmente usaban esta ventaja como base de la estrategia de sus batallas. Una vez comenzó el primer día de batalla, los mejor preparados y equipados hoplitas griegos destrozaron una a una las oleadas de persas que venían, sufriendo tan solo unas pocas bajas. Ante esto, Jerges I envió a su fuerza de élite, los Inmortales, a combatir para intentar romper las líneas griegas. Estos soldados eran llamados así porque, si uno moría, otro estaba disponible en seguida para sustituirlo y mantener el número redondo de 10.000 Inmortales en el ejército. Aun así, esta fuerza de élite tampoco fue rival para las bien entrenadas fuerzas espartanas. El segundo día, pensando que los griegos estarían desgastados por la batalla del día anterior, Jerjes volvió a enviar a su infantería, obteniendo el mismo resultado. Ya entrada la tarde, un traidor griego llamado Efialtes, notificó al rey persa la existencia de un estrecho paso entre las montañas que permitiría rodear al ejército griego. se enviaron a los pocos inmortales que quedaban y otras unidades de infantería reuniendo así a 20.000 hombres. La mañana siguiente se encontraron con 1.000 focios que defendían el paso. Estos se atrincheraron en una pequeña colina, pero los persas pasaron de largo hostigándolos con flechas. Cuando Leónidas  se enteró de este movimiento, y ordenó retirarse a todos los hombres menos sus espartanos, pero los 700 tespios y los 400 tebanos se quedaron. una vez comenzó la batalla en lo que sería el último día, los griegos salieron del paso a campo mas abierto para intentar causar un mayor número de bajas. Tras estrellare una y otra vez contra la falange de hoplitas, Jerges ordeno retirar a sus tropas y mando que las flechas de sus arqueros cubrieran el cielo hasta matar a todos los soldados griegos restantes. 20.000 persas murieron en los tres días de batalla. Finalmente, el ejército persa fue aniquilado en la batalla de Platea.
    Esta batalla es un hito histórico, llevada al cine en varias ocasiones, destacando la película "300".

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